El jueves pasado tuvimos el placer de compartir un rato con Santiago Lorenzo, autor de Los millones, que vino a presentarnos su novela. Quien no lo conociera aún descubriría a un tipo que no aparenta qué camino ha recorrido: podría tratarse del vecino de al lado, de un fotógrafo aficionado a la carpintería, de un administrativo a su pesar. Pero Santiago Lorenzo se decantó por las imágenes y las letras, por las películas y las historias, y en ese viaje llegó hasta Los millones, un guión reciclado en novela, cuya génesis recuerda un periplo vital sazonado de altibajos, una etapa en la que el autor resurge de sus cenizas tirado por él mismo, una suerte de Barón de Munchausen que al agarrarse de su propia melena se transforma en idea vigorosa, en borrador, en guión y, finalmente, en libro. No se trata de una historia aubiográfica aunque la premisa parezca un chiste, ya que el protagonista, cuyos pasos le llevan hasta el Madrid de 1986, es un miembro del GRAPO al que le han tocado doscientos millones en la lotería. ¿Qué hacer en tales circunstancias?
Quedamos convencidos de que Santiago Lorenzo no era un terrorista, aunque seguros de que le no le hacían falta los millones para caernos bien.
